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Rosácea ocular

imagen estilizada de una persona con ojos rojos

La rosácea ocular está relacionada con una afección inflamatoria común que afecta la piel de la cara y el pecho, así como los ojos. Si bien se desconoce la causa exacta de la rosácea, la afección podría estar asociada con tendencias heredadas y factores ambientales como la exposición excesiva al sol.

La rosácea ocurre con más frecuencia en las mujeres, pero los hombres tienen más probabilidades de experimentar formas graves de la enfermedad. No es inusual que se afecten los ojos cuando hay rosácea, aunque no hay un estudio definitivo que indique cuántas personas tienen problemas en los ojos o en los párpados cuando se les diagnostica esta afección cutánea.

Algunos estudios han indicado que entre el 6 % y el 18 % de las personas diagnosticadas con acné rosácea, llamado así porque se asemeja al acné, también tienen síntomas oculares. *Según otros informes, el número de pacientes con rosácea que presentan síntomas oculares podría llegar al 60 %.

La rosácea en sí parece ocurrir en poco más del 5 % de la población mundial.

Síntomas de la rosácea y la rosácea ocular

Las personas con rosácea a menudo tienen una tez "rubicunda" en las primeras fases y presentan características como la nariz y mejillas rojizas. Estos síntomas a menudo progresan hasta incluir el desarrollo de lesiones cutáneas rojas abultadas, granos y vasos pequeños y tortuosos en la piel, conocidos como telangiectasias.

Los casos más graves de rosácea progresan hasta convertirse en una afección llamada rinofima, en la que se engrosa el tejido conectivo en la zona de la nariz. El rinofima puede tener como resultado cierto grado de desfiguración.

Cuando la rosácea afecta la piel es posible que no se dé cuenta de que sus ojos también están afectados, si los síntomas que la acompañan, como picor y o enrojecimiento de los ojos, son relativamente leves.

Las personas diagnosticadas con rosácea ocular suelen tener los ojos inyectados en sangre de forma crónica, sequedad ocular y blefaritis (inflamación del párpado).

La rosácea ocular también puede causar fotofobia (sensibilidad inusual a la luz), por lo que si le molesta la luz brillante, consulte a su profesional del cuidado ocular acerca de los lentes fotocromáticos que se oscurecen automáticamente en respuesta a la luz solar.

En casos de rosácea ocular grave, la inflamación de la córnea puede conducir a una úlcera corneal con infección. Si no se trata, la úlcera corneal puede incluso perforar el ojo. Esta es una complicación grave que puede provocar ceguera.

Tratamientos para la rosácea ocular

El tratamiento eficaz de la rosácea requiere que el paciente esté muy motivado y dispuesto a dedicar el tiempo necesario al control de la afección.

Cuando hay rosácea ocular, el tratamiento suele consistir en medidas de higiene de los párpados que incluyen la limpieza diaria:

  • Los hisopos de algodón humedecidos pueden eliminar los desechos y las secreciones oleaginosas de la piel.

  • Algunos profesionales del cuidado ocular recomiendan la limpieza con champú de bebé diluido, mientras que otros creen que lo mejor es agua corriente.

A menudo, se receta un antibiótico o una combinación de antibióticos y esteroides durante periodos de tiempo variables, según la respuesta. Por ejemplo, las tetraciclinas tienden a funcionar bien para la rosácea, no solo por el efecto antibiótico, sino también porque estas suelen disminuir la viscosidad de los aceites secretados naturalmente, reduciendo así la "obstrucción" de las glándulas sebáceas que ocurre con la enfermedad.

La mayoría de profesionales del cuidado ocular recetan tetraciclinas de acción prolongada como la doxiciclina, que se pueden tomar una o dos veces al día. Además, la doxiciclina, a diferencia de la tetraciclina tradicional, se puede tomar con alimentos y productos lácteos sin que ello prevenga su absorción en el cuerpo.

Si tiene rosácea, evite desencadenantes como las comidas picantes y el alcohol, los cuales pueden causar inflamación.

El síndrome del ojo seco, que a menudo acompaña a la rosácea, debe tratarse con lágrimas artificiales sin conservantes (colirios), hasta cuatro o más veces al día. Un humidificador doméstico también puede ayudar.

Si estas medidas son insuficientes, los tapones lagrimales pueden cerrar fácilmente los conductos de drenaje lagrimal. Los tapones lagrimales se pueden quitar si es necesario: sin embargo, otra posible medida, la cauterización de los puntos lagrimales (quemar las aberturas del conducto lagrimal), es relativamente permanente.

Finalmente, el metronidazol tópico (un agente antiparasitario) se puede usar en la piel y, en muchas personas, es muy eficaz para tratar la dermatitis relacionada con la rosácea. El medicamento parece tener efectos antiinflamatorios e inmunosupresores locales. Debido a que este tratamiento no está disponible en preparaciones oftálmicas, no debe aplicar el medicamento directamente en sus párpados.

Si tiene rosácea ocular, su profesional del cuidado ocular probablemente le aconsejará que evite los desencadenantes que pueden causar inflamación, como el estrés, las comidas picantes y el alcohol.

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Marilyn Haddrill también contribuyó a este artículo.

**Systemic review of rosacea treatments. Journal of the American Academy of DermatologyEnero de 2007.

*Ocular rosacea: an update on pathogenesis and therapy. Current Opinion in OphthalmologyDiciembre de 2004.

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