La queratitis por Acanthamoeba: lo que las personas que llevan lentes de contacto tienen que saber
La queratitis por Acanthamoeba es una infección ocular rara, pero muy grave, que puede provocar ceguera o pérdida permanente de la visión.
A continuación encontrará lo que necesita saber sobre esta potencialmente devastadora enfermedad, en especial si usa lentes de contacto.
¿Qué es la queratitis por Acanthamoeba?
Las Acanthamoeba son pequeños animales unicelulares (amebas) que se encuentran comúnmente en el agua (incluido en el agua del grifo, agua de pozos, lagos, piscinas y jacuzzis), el suelo y los sistemas de alcantarillado.
Si estos pequeños parásitos invaden la córnea (la superficie frontal transparente del ojo), la infección resultante se llama queratitis por Acanthamoeba.
¿Qué causa la queratitis por Acanthamoeba?
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. se estima que el 85 % de los casos de queratitis por Acanthamoeba se dan entre personas que llevan lentes de contacto.
A menudo, las infecciones por queratitis por Acanthamoeba se producen debido a la falta de higiene y una manipulación incorrecta de los lentes de contacto. Un estuche de lentes sucio también puede ser una fuente de infección por Acanthamoeba.
Los factores y actividades que incrementan su riesgo de queratitis por Acanthamoeba si lleva lentes de contactos incluyen:
No guardar o manejar correctamente sus lentes de contacto
Utilizar agua contaminada, del grifo o de pozo, en sus lentes
Crear soluciones caseras para almacenar y limpiar sus lentes de contacto
Nadar utilizando lentes de contacto
Llevar los lentes de contacto puestos en un spa o un jacuzzi
Ducharse con los lentes de contacto puestos
Síntomas de la queratitis por Acanthamoeba
Algunos síntomas de la queratitis por Acanthamoeba son:
Dolor ocular
Enrojecimiento de ojos
Visión borrosa
Sensibilidad a la luz
La sensación de tener algo en el ojo
Ojos llorosos
La queratitis por Acanthamoeba también puede provocar una úlcera corneal blanquecina en forma de anillo.
Si experimenta alguno de estos síntomas, póngase inmediatamente en contacto con un profesional del cuidado ocular. (Si tiene puestos los lentes de contacto, quíteselos.)
Tratamiento de la queratitis por Acanthamoeba
Para que el tratamiento tenga éxito, es importante un diagnóstico temprano de la queratitis por Acanthamoeba.
La infección puede ser difícil de tratar debido a la naturaleza resistente de la forma de quiste del organismo, que hace que la queratitis por Acanthamoeba sea resistente a los antibióticos que se utilizan para tratar otras infecciones oculares.
El tratamiento médico suele consistir en el uso de agentes antisépticos tópicos, como la clorhexidina. El tratamiento, cuando tiene éxito, puede requerir el uso de medicamentos en forma de gotas para los ojos durante un período de entre seis meses y un año.
Desafortunadamente, si no se trata rápidamente (o si el tratamiento médico no tiene éxito), la queratitis por Acanthamoeba puede provocar pérdida permanente de la visión o requerir un trasplante de córnea para recuperar la visión perdida.
Cómo puede reducir el riesgo de contraer queratitis por Acanthamoeba
Hay varias formas sencillas de reducir en gran medida la posibilidad de contraer esta afección que amenaza la vista y, de hecho, cualquier tipo de infección ocular relacionada con los lentes de contacto:
Siga las recomendaciones de su profesional del cuidado ocular con respecto al cuidado de sus lentes de contacto. Utilice únicamente productos que el profesional del cuidado ocular recomiende.
No utilice nunca agua del grifo con sus lentes de contacto. Los lentes de contacto nunca deben exponerse a agua de ningún tipo.
No nade, se duche o bañe en un jacuzzi con los lentes de contacto puestos. Si decide usar lentes de contacto mientras nada, hágalo con las gafas de natación herméticas puestas. (Información adicional sobre estrategias para nadar con lentes de contacto.)
Cada noche deje sus lentes en remojo en solución desinfectante fresca. No reutilice la solución que ya esté en el estuche de los lentes de contacto, ni utilice solución humectante o salina que no esté destinada para la desinfección.
Lávese siempre las manos antes de manipular sus lentes y séquese las manos con una toalla limpia y que no suelte pelusa.
Limpie siempre sus lentes de contacto inmediatamente después de quitárselos (salvo si utiliza lentes de contacto desechables que se cambian diariamente). Para limpiar sus lentes, frótelos bajo un chorro de solución multiusos y guárdelos en un estuche limpio que contenga desinfectante o solución multiusos fresca.
La prevención es su mejor defensa contra la queratitis por Acanthamoeba. Utilice siempre una buena higiene cuando cuide y utilice lentes de contacto. Y, si observa cualquier síntoma ocular inusual que pueda indicar una infección, consulte inmediatamente a un profesional del cuidado ocular.
Para evitar la queratitis por Acanthamoeba y cualquier infección ocular relacionada con los lentes de contacto, asegúrese de seguir cuidadosamente las instrucciones de cuidado, manejo y uso de los lentes de contacto de su profesional del cuidado ocular.
Cuide el estuche de los lentes de contacto
La limpieza y el cuidado adecuado son igualmente importantes para los estuches de los lentes de contacto.
Es importante limpiar, enjuagar y secar al aire su estuche de los lentes de contacto inmediatamente después de sacar los lentes del estuche. Deshágase de la vieja solución y frote los pocillos interiores del estuche con los dedos limpios durante al menos cinco segundos. A continuación, llene el estuche con solución multiuso o solución salina estéril (no con agua del grifo o embotellada), tire esta solución y guarde el estuche boca abajo sin las tapas.
Como precaución extra, puede considerar esterilizar el estuche de sus lentes de contacto una vez a la semana, sumergiéndolo en agua hirviendo durante unos minutos.
Muchos profesionales del cuidado ocular también dicen que debería deshacerse y cambiar el estuche de los lentes de contacto cada mes o, como mínimo, cada tres meses para ayudar a prevenir la contaminación.
Página publicada en miércoles, 13 de octubre de 2021