Distrofia corneal de Fuchs: 7 cosas que debería conocer
La distrofia corneal de Fuchs es un trastorno de la superficie delantera del ojo (la córnea) que suele afectar a adultos mayores. Aquí le mostramos siete datos importantes sobre la distrofia de Fuchs que debe conocer
1. ¿Qué es la distrofia de Fuchs?
La distrofia de Fuchs es una enfermedad ocular en la que la capa más interna de las células de la córnea sufre cambios degenerativos.
Esta capa de células, el endotelio, es responsable de mantener la cantidad adecuada de fluido en la córnea. El endotelio mantiene la córnea despejada para una buena visión, bombeando el exceso de fluido que podría provocar hinchazón de la córnea.
La distrofia de Fuchs, también denominada distrofia corneal de Fuchs y distrofia endotelial de Fuchs, suele afectar a ambos ojos y provoca una disminución gradual de la visión debido a edema corneal (hinchazón) y opacidad.
A medida que el trastorno progresa, la hinchazón de la córnea puede provocar ampollas en la parte delantera de la córnea conocidas como bulas epiteliales. Esta afección se conoce como queratopatía bullosa.
No se conoce ninguna prevención o cura para la distrofia de Fuchs.
2. ¿Qué la causa?
La distrofia de Fuchs puede tener una causa genética, pero también puede ocurrir sin un historial familiar previo de la enfermedad. En muchos casos la causa es desconocida.
3. ¿Cuáles son los síntomas de la distrofia de Fuchs?
Entre los síntomas de la distrofia de Fuchs se encuentran:
Destello y sensibilidad a la luz
Vision opaca o borrosa
Vista de halos de colores alrededor de las luces
Dificultad para ver de noche
Visión deficiente al despertarse, que puede mejorar durante el día
Una sensación de que hay algo en el ojo (sensación de cuerpo extraño)
4. ¿Quién tiene más riesgo de padecer este trastorno?
Los problemas de visión provocados por la distrofia corneal de Fuchs suelen afectar a personas de más de 50 años, aunque los profesionales del cuidado ocular pueden detectar las primeras señales de la enfermedad en adultos más jóvenes. Parece ser más común entre mujeres que entre hombres.
Si su madre o su padre tienen distrofia de Fuchs, usted tiene aproximadamente un 50 % de posibilidades de contraer la enfermedad.
5. ¿Cómo se detecta?
Para detectar la distrofia corneal de Fuchs se necesita una exploración oftalmológica exhaustiva por parte de un profesional del cuidado ocular.
Durante la exploración, su profesional del cuidado ocular utilizará un instrumento llamado lámpara de hendidura para llevar a cabo un examen detallado de la córnea. Durante este procedimiento examinará la córnea con gran aumento para buscar sutiles cambios en el aspecto de las células del endotelio que son característicos de la enfermedad.
Las primeras señales clínicas de la distrofia de Fuchs son un número reducido de células endoteliales y pequeñas lesiones en forma de gota en el endotelio corneal, denominadas córneas Guttata.
Otra prueba que su profesional del cuidado ocular puede realizar es una medición del grosor de la córnea. Un incremento del grosor de la córnea puede indicar hinchazón de la córnea debida a la enfermedad.
Además, una prueba de agudeza visual con una tabla optométrica que se realice durante un examen exhaustivo puede revelar disminución de la visión debido a hinchazón de la córnea.
6. ¿Qué tratamiento existe para la distrofia de Fuchs?
El tratamiento para la distrofia de Fuchs depende de la fase en la que se encuentre la enfermedad. En las primeras fases, muchas veces la visión puede mejorar eliminando el exceso de agua de la córnea con gotas para los ojos de cloruro sódico al 5 % (hipertónicas).
Si tiene fotofobia causada por distrofia corneal, las gafas con lentes fotocromáticas pueden resultar útiles para reducir su sensibilidad a la luz solar. Además, el revestimiento antirreflejos elimina los reflejos de los lentes de las gafas que pueden resultar especialmente molestos para alguien con distrofia de Fuchs.
Si tiene distrofia endotelial e hipertensión ocular, su profesional del cuidado ocular puede recetarle gotas oculares para el glaucoma, para reducir la presión intraocular (PIO). Una presión ocular elevada puede dañar el endotelio corneal y empeorar la distrofia de Fuchs.
A medida que la enfermedad progresa, las bulas epiteliales pueden provocar ruptura y dolorosas abrasiones de la córnea, así como visión deficiente. Si esto sucede o si la distrofia de Fuchs progresa hasta el punto de causar una significativa pérdida de la visión, se suele necesitar un tipo de trasplante de córnea.
7. Precauciones
Si le han diagnosticado distrofia corneal de Fuchs, no se olvide de hablar de ello con su profesional del cuidado ocular si está considerando LASIK u otra cirugía refractiva, o si tiene cataratas y necesita cirugía de cataratas.
Estas cirugías oculares pueden empeorar la afección y, a menudo, se considera que la distrofia corneal es una contraindicación para la cirugía refractiva opcional.
Página publicada en martes, 26 de enero de 2021