Terapia visual para niños
La terapia visual es quizás uno de los temas más polémicos relacionados con el cuidado de la visión.
Algunos doctores de la visión son firmes defensores de la terapia visual y dan testimonio de sus beneficios, especialmente para ciertos problemas de visión en niños; sin embargo, otros doctores de la visión no están convencidos de la eficacia de la terapia visual y no la recomiendan.
Este artículo le ayudará a obtener más información acerca de la terapia visual, para que pueda tomar una decisión informada acerca de los posibles beneficios para su hijo.
¿Qué es terapia visual?
La terapia visual es un programa de actividades visuales no quirúrgicas, personalizado y supervisado por un doctor, que está diseñado para corregir algunos problemas de visión o para mejorar las habilidades visuales.
A diferencia de las gafas y los lentes de contacto, los cuales simplemente compensan los problemas de visión, o la cirugía ocular que altera la anatomía del ojo o los músculos circundantes, la terapia visual busca "enseñar" al sistema visual a que se corrija a sí mismo.
La terapia visual es como la terapia física para el sistema visual, e incluye los ojos y las partes del cerebro que controlan la visión.
La terapia visual incluye el uso de lentes, prismas, filtros y actividades visuales asistidas por computadora. Otros dispositivos, tales como tablas de equilibrio, metrónomos e instrumentos visuales no computarizados también pueden desempeñar un papel importante en un programa de terapia visual personalizada.
Es importante destacar que la terapia visual no está delimitada por una simple lista de herramientas y técnicas. Los resultados eficaces de la terapia visual se obtienen a través de un proceso terapéutico que depende del compromiso del doctor que la prescribe, del terapista visual, del paciente y de los padres (en el caso de los niños).
En general, el objetivo de la terapia visual es tratar los problemas de visión que no se pueden tratar eficazmente con gafas, lentes de contacto o cirugía; además de ayudar a las personas a alcanzar una visión binocular cómoda y nítida.
Muchos estudios han demostrado que la terapia visual puede corregir problemas de visión que interfieren con el lectura eficiente entre los niños de edad escolar. También contribuye a reducir la fatiga ocular y otros síntomas del síndrome visual informático que experimentan muchos niños y adultos. Ver más abajo para obtener información adicional sobre las afecciones que se tratan con la terapia de visión.
Ortóptica y terapia visual
La terapia visual también se conoce como terapia de la visión, entrenamiento visual, entrenamiento de la visión o simplemente "EV".
Otro nombre que a menudo se asocia con la terapia visual es la "ortóptica". Este término, que literalmente significa "enderezamiento de los ojos", se remonta a la década de 1850 y se limita a las técnicas para el entrenamiento de los músculos del ojo con el fin de enderezar estéticamente los ojos que están desalineados debido al estrabismo.
La ortóptica puede ser muy eficaz y es un tipo de entrenamiento visual; sin embargo, el término "ortóptica" no es sinónimo de "terapia visual", la cual describe una gama más amplia de técnicas que se utilizan para tratar una variedad más extensa de problemas de la visión.
Además, si bien el énfasis de la ortóptica es sobre la musculatura óptica y la alineación de los ojos (al menos estéticamente), la meta de la terapia visual es optimizar todo el sistema visual, incluyendo los ojos y las áreas del cerebro que controlan la visión, la percepción visual y otras funciones relacionadas con la visión. Al tratar todo el sistema visual, la terapia visual pretende cambiar comportamientos reflexivos (autónomos) para producir una cura duradera.
En muchos casos de estrabismo, la terapia visual puede ser una mejor opción de tratamiento que la cirugía. En otros casos, puede ser una terapia auxiliar beneficiosa, antes y después de la cirugía, para aumentar la probabilidad de un resultado satisfactorio.
Terapia visual optométrica
La mayoría de las terapias visuales que se realizan en los Estados Unidos están prescritas y supervisadas por un optometrista. Por ese motivo, también se llama terapia visual optométrica.
Los optometristas que se especializan en terapia visual, particularmente aquellos que además se subespecializan en visión infantil y en el desarrollo de la visión, se llaman optometristas pediátricos, optometristas del comportamiento u optometristas del desarrollo.
La ciencia detrás de la terapia visual
Probablemente ha escuchado el antiguo refrán que dice: "No se puede enseñar a un perro viejo trucos nuevos". Sin embargo, investigaciones recientes en el campo de la neurología indican que cuando se trata del cerebro humano, esto no es cierto, aunque sí toma un poco más de tiempo y esfuerzo.
Los estudios demuestran que el cerebro humano tiene una cantidad significativa de neuroplasticidad —la capacidad de cambiar su estructura y función en respuesta a estímulos externos. Y estos cambios neurológicos en el cerebro, que se creía que solo ocurrían durante la infancia temprana, se ha demostrado que ocurren en la adultez también.
Por ejemplo, en un estudio que se realizó en mecanógrafos adultos con experiencia, que se sometieron a una capacitación a largo plazo para mejorar sus habilidades de mecanografía, se demostró un aumento en el volumen de materia gris de sus cerebros, lo que sugiere que el aprendizaje afecta no solo la función, sino también la estructura cerebral.
Los últimos hallazgos sobre la neuroplasticidad parecen confirmar lo que muchos expertos en terapia visual han estado diciendo durante años: los programas de terapia visual bien concebidos y administrados producen alteraciones neurológicas que pueden corregir problemas de la visión y mejorar el rendimiento visual.
Algunos expertos afirman que ciertas anomalías asociadas con el desarrollo de la visión, la percepción visual o la función de la visión pueden verse afectadas por la neuroplasticidad. Si esto es cierto, es probable que estos mismos problemas de la visión se puedan tratar correctamente con terapia visual.
Problemas que la terapia visual puede corregir
Los problemas de la visión que se tratan con terapia visual son:
Ambliopía. La ambliopía, también llamada "ojo vago", es un problema de desarrollo de visión en un ojo que no logra alcanzar la agudeza visual normal, generalmente debido al estrabismo u otros problemas en los cuales los ojos no trabajan juntos.
Estrabismo. El éxito de la terapia visual para el estrabismo va a depender de saber cuál es la dirección, la magnitud y la frecuencia con la que el ojo se desvía. La terapia visual ha demostrado que es efectiva para el tratamiento de una forma intermitente de estrabismo denominada insuficiencia de convergencia, que es la incapacidad para mantener los ojos alineados correctamente cuando se lee, a pesar de que los ojos estén bien alineados cuando miran objetos distantes.
Otros problemas de la visión binocular. Los problemas de alineamiento ocular sutiles, llamados forias, que producen una desviación no evidente del ojo, pero que pueden causar esfuerzo y fatiga ocular cuando se lee, también se pueden minimizar o corregir con terapia visual.
Trastornos en el movimiento de los ojos. Los estudios han demostrado que la terapia visual puede mejorar la precisión de los movimientos del ojo que se utilizan durante la lectura y otros trabajos de primer plano.
Trastornos de acomodación (enfoque). Otras investigaciones han demostrado que las habilidades de enfoque cerca-lejos pueden mejorarse con el entrenamiento visual.
Otros problemas. Entre otros problemas de visión para los cuales la terapia visual es eficaz se incluyen los trastornos perceptivo-visuales, los problemas de visión asociados con discapacidades de desarrollo y los problemas de visión asociados con lesiones cerebrales adquiridas; como por ejemplo, accidentes cerebrovasculares.
Lo que no es terapia visual
Es importante no confundir la terapia visual con programas de autoayuda para mejorar la visión que se anuncian en línea y en la televisión, y que prometen que usted puede "tirar sus gafas" después de realizar una serie de ejercicios oculares.
Esos programas no están respaldados por la Asociación Americana de Optometría u otras organizaciones profesionales del cuidado de la visión. No hay investigación científica que confirme la afirmación de que los programas de autoayuda de ejercicios oculares puedan revertir la miopía u otros errores de refracción.
También es importante saber que el régimen de ejercicios para los ojos en el hogar, incluso cuando haya sido recomendado por el doctor de la visión, no debe ser considerado un programa completo de terapia visual.
Una actividad ortóptica popular, que consiste en mirar la letra pequeña de un lápiz sostenido con los dedos de la mano y con el brazo extendido, para después, lentamente, mover el lápiz hacia los ojos mientras se mantiene el enfoque en las letras— es una tarea que a veces se recomienda que las personas la realicen en casa para reducir la fatiga ocular y otros síntomas causados por la insuficiencia de convergencia (IC).
Sin embargo, un estudio publicado en Archives of Ophthalmology concluyó que el régimen de ejercicios con lápiz en el hogar fue ineficaz para la IC entre niños con este padecimiento. El mismo estudio halló que un programa de 12 semanas de terapia visual supervisada en consultorio y en conjunción con la ortóptica produjo una cura funcional de la insuficiencia de convergencia en más de la mitad de los niños de edad similar con IC que habían recibido este tratamiento.
Un estudio de seguimiento reveló que de 221 niños, entre las edades de 9 a 17 años, con síntomas de insuficiencia de convergencia, el 73 % que recibió terapia visual en el consultorio en combinación con ejercicios en casa había tenido resultados eficaces o mejores en comparación al 43 % que había hecho los ejercicios con el lápiz en casa.
Aunque algún doctor de la visión con buenas intenciones recomiende este tipo de ejercicios en casa (con o sin visitas de seguimiento para supervisar el progreso) como un tratamiento de bajo costo para la insuficiencia de convergencia, estos estudios sugieren que la forma más eficaz de tratamiento no quirúrgico para este problema de la visión es un programa supervisado de terapia visual en el consultorio, más un refuerzo de ejercicios realizados en el hogar.
Entrenamiento visual deportivo
El entrenamiento visual deportivo no es terapia visual, pero comparte algunas de las características de esta última. Los optometristas y los oftalmólogos especializados en visión deportiva ofrecen programas de entrenamiento visual personalizado para cualquier persona interesada en optimizar sus habilidades visuales para determinados deportes. Muchos atletas profesionales y olímpicos se han sometido a programas de entrenamiento visual deportivo para mejorar su rendimiento.
Dado que los programas de entrenamiento visual deportivo generalmente están diseñados para mejorar las habilidades visuales de la persona para un deporte específico en lugar de corregir un problema de visión, se prefiere usar el término "entrenamiento visual" en lugar de "terapia visual". Sin embargo, algunas de las técnicas que se utilizan en el entrenamiento visual deportivo son similares a las utilizadas en la terapia visual.
Terapia de la visión y dificultades de aprendizaje
La relación entre los problemas de la visión y las dificultades de aprendizaje es un tema fuertemente debatido, sobre el cual tanto los optometristas como los oftalmólogos suelen tener opiniones diferentes.
Muchos optometristas respaldan el uso de la terapia visual como parte de un enfoque multidisciplinario para el tratamiento de ciertos tipos de dificultades de aprendizaje. Sostienen que, en muchos de los casos, los niños con dificultades de aprendizaje tienen también problemas subyacentes de la visión que pueden contribuir en cierta medida a sus problemas de aprendizaje. También alegan que es posible que estos problemas de visión relacionados con el aprendizaje se puedan tratar eficazmente con terapia visual optométrica, la cual mejora la capacidad global del niño para el aprendizaje.
Por otro lado, muchos oftalmólogos piensan que la terapia visual es ineficaz para tratar cualquier tipo de problema de aprendizaje y sostienen que no hay evidencia científica que apoye la afirmación de que la corrección de los problemas de la visión reduce la gravedad de las dificultades de aprendizaje.
Primeros pasos
Si cree que su hijo tiene un problema de visión que esté afectando su desempeño en la escuela o en los deportes, el primer paso es programar un exámenes de la vista de rutina para descartar miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Si el examen de la vista básico indica que no necesita gafas (o que no hay ningún cambio en la prescripción de lentes actual de su hijo) y, además, cada ojo tiene una agudeza visual de 20/20, tenga en cuenta que aún así puede existir algún problema de visión. La tabla optométrica que se utiliza en los exámenes de la vista de rutina únicamente prueba la visión de lejos de la persona, pero no toma en cuenta todos los aspectos críticos del rendimiento visual.
Para un análisis exhaustivo de la visión del niño, incluidas las pruebas que evalúan las habilidades de visión necesarias para una lectura eficiente, considere la posibilidad de programar un examen de la vista completo con un optometrista que se especialice en visión binocular, en terapia visual o en desarrollo de la visión.
Los exámenes que se hacen para diagnosticar problemas de visión no refractivos son diferentes a los exámenes de la vista de rutina que hacen la mayoría de los optometristas y oftalmólogos. Por lo regular, son más largos e incluyen una serie de pruebas para evaluar la alineación de los ojos, la percepción de la profundidad, el enfoque, los movimientos oculares y las habilidades visual-motoras y perceptivo-visuales.
Al final del examen, el médico le dará una evaluación detallada de la visión del niño y de sus habilidades visuales. Si se identifica algún problema de visión y se recomienda un programa de terapia visual, hay que asegurarse de obtener información acerca de cuánto puede durar esta terapia y de las tasas de eficacia para el tipo específico de terapia visual que se está recomendando. Además, es importante preguntar cuáles son los criterios que se han utilizado para definir la eficacia del tratamiento.
Por último, solicite detalles acerca del costo esperado del programa de la terapia, y si está cubierto por su seguro de salud o por la póliza de seguro de la visión. En muchos de los casos, la terapia visual no es un beneficio cubierto en los programas de seguros.
Página publicada en martes, 12 de marzo de 2019