Problemas de la visión en preescolares
Durante los años preescolares, entre los 3 a 6 años, su hijo estará perfeccionando su visión y las habilidades visuales que desarrolló durante los primeros años de su infancia.
Las funciones de la visión preescolar varían con la edad y las actividades del niño. Por ejemplo, muchos preescolares jóvenes están aprendiendo a andar en triciclos y dominar la compleja coordinación ojo-mano necesaria para pedalear, dirigir y observar a dónde van al mismo tiempo.
Los niños en edades preescolares mayores están aprendiendo cómo integrar la visión y los movimientos corporales (habilidades motoras) practicando deportes como el softbol y el fútbol (¡no pierdas de vista el balón!), o trabajan en habilidades motoras más finas necesarias para escribir sus nombres.
Señales de advertencia
Si su hijo tiene entre 3 y 6 años, ponga atención a las siguientes señales que un preescolar con un posible problema de visión muestra:
Se sienta con frecuencia cerca de la televisión o sostiene un libro muy cerca del rostro.
Entrecierra los ojos.
Se frota los ojos con frecuencia, incluso cuando no tiene sueño.
Se cubre los ojos o alguna señal parecida.
Tiene lagrimeo excesivo.
Cierra un ojo al leer, mirar la televisión o para ver mejor.
Evita actividades que requieren de una visión de cerca, como colorear, leer; o de una visión de lejos, como jugar con la pelota.
Sufre de dolores de cabeza u ojos cansados.
Programe una cita con un oftalmólogo si su preescolar muestra alguna de estas señales.
Defectos refractivos
Los defectos refractivos más comunes en un preescolar con problemas de visión son:
La hipermetropía la cual es la más común en los niños pequeños. Si no se corrige, una hipermetropía alta puede llevar al estrabismo o ambliopía (ojo vago).
La visión corta (miopía) es otro problema común de visión en preescolares. La miopía provoca que los objetos distantes se vean borrosos, como el texto escrito en un pizarrón en el salón de clases.
El astigmatismo, el cual puede causar una visión borrosa o distorsionada a todas las distancias.
Los defectos refractivos afectan comúnmente a los niños pequeños y pueden corregirse por completo con gafas.
El primer examen de la vista
Incluso si su hijo no presenta síntomas de un defecto refractivo u otros problemas de la visión en preescolares, debe realizarle un examen de la vista a los 6 meses, nuevamente a los 3 años y antes de comenzar la escuela.
Practicarle un examen de la vista completo antes que su hijo ingrese a la escuela le da tiempo suficiente para detectar y corregir cualquier problema de visión que pueda interferir con el aprendizaje.
ENCUENTRE UN DOCTOR: No permita que una visión deficiente afecte la vida de su hijo. Encuentre un oftalmólogo cerca de usted para programar una cita.
Los niños que necesitan corrección de la visión debido a defectos refractivos deben realizarse exámenes anuales de la vista durante sus años escolares para evaluar cualquier cambio.
Durante los años preescolares y escolares, el sistema visual de su hijo se desarrolla junto con el resto de su cuerpo, por lo que los cambios anuales en la receta de sus gafas son comunes. Lea más sobre los exámenes de la vista de los niños y con qué frecuencia los necesitan.
Asegúrese que su hijo reciba un examen de la vista completo por parte de un oftalmólogo, no sólo exámenes de la vista de enfermeras escolares o pediatras.
Los exámenes de la vista pueden ayudar a detectar problemas, aunque a menudo no es así ya que no se realizan por completo ni son llevados a cabo por un profesional de la salud visual. Las pruebas de visión generalmente son administradas por personas que no están capacitadas para detectar y diagnosticar todos los problemas de visión y de salud ocular.
Motivando a su hijo a usar gafas
Si su hijo necesita gafas, haga que participe en su selección. Si el niño ayuda a elegir los armazones, estará más motivado para utilizar las gafas.
Además, explíquele los beneficios de las gafas con ejemplos específicos, por ejemplo: “Tus nuevas gafas te ayudarán a ver mejor la pelota cuando juegues”.
Programe un examen de la vista y la selección de los armazones en un momento que sea bueno para su hijo. Como sabe, algunos niños están más concentrados al comienzo del día, mientras que otros después del almuerzo o de una siesta por la tarde.
No visite al oftalmólogo cuando su hijo esté cansado, irritable o con hambre.
Al elegir los armazones, seleccione algunos estilos para su hijo con la ayuda de un especialista experimentado. Luego deje a su hijo la elección final de las gafas que usará. Convierta el proceso de selección en un evento positivo, discutiendo cómo muchas personas que él conoce usan lentes y cómo lucen mucho mejor.
Asegúrese que los armazones que elija estén ajustados adecuadamente para su hijo y que sean cómodos. Nadie, especialmente un niño, usará lentes incómodos.
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Página publicada en miércoles, 31 de julio de 2019