Beneficios para los ojos de la vitamina A y el betacaroteno
¿Hace algo la vitamina A para ayudar a los ojos y la visión? ¿Puede causar ceguera una deficiencia de vitamina A? ¿Es peligroso consumir demasiada vitamina A?
Siga leyendo para obtener respuestas a estas preguntas y otros datos útiles sobre esta importante vitamina antioxidante, incluyendo información sobre los beneficios para los ojos de la vitamina A y el betacaroteno, los principales alimentos con vitamina A y los posibles beneficios de los colirios de vitamina A.
¿Qué es la vitamina A?
La vitamina A es en realidad un grupo de compuestos antioxidantes que desempeñan un papel importante en la visión, el crecimiento óseo y la salud del sistema inmunológico.
La vitamina A también ayuda a que la superficie del ojo, las membranas mucosas y la piel sean barreras efectivas contra las bacterias y los virus, reduciendo el riesgo de infecciones oculares, problemas respiratorios y otras enfermedades infecciosas.
En general, hay dos tipos de vitamina A, según el tipo de fuente de alimentación de la que proceda:
La vitamina A derivada de alimentos de origen animal se llama retinol. El cuerpo puede utilizar directamente esta vitamina A "preformada". Entre las buenas fuentes de vitamina A retinol se encuentran la carne de vacuno y el hígado de pollo, la leche entera y el queso.
La vitamina A que se obtiene de frutas y verduras de colores está en forma de carotenoides de provitamina A, que el cuerpo convierte en retinol después de ingerir los alimentos. Entre las buenas fuentes de carotenoides de provitamina A se encuentran las zanahorias, las batatas, las espinacas, la col rizada y los melones cantalupo.
El betacaroteno es uno de los carotenoides de provitamina A más efectivos y eficaces.
Beneficios para los ojos de la vitamina A y el betacaroteno
La vitamina A ayuda a proteger la superficie del ojo (la córnea), y por ese motivo es esencial para una buena visión.
Los estudios muestran que los colirios de vitamina A son eficaces para el tratamiento de la sequedad ocular. De hecho, un estudio encontró que los colirios lubricantes de venta libre que contienen vitamina A eran tan eficaces para el tratamiento del síndrome del ojo seco que colirios con receta formulados para aliviar la sequedad ocular, más caros.
La vitamina A, al menos cuando se combina con otras vitaminas antioxidantes, también parece desempeñar un papel en la disminución del riesgo de pérdida de visión debida a degeneración macular.
En el estudio de referencia AREDS (Age-Related Eye Disease Study o estudio de enfermedades ocultadas relacionadas con la edad), las personas con degeneración macular leve o moderada que tomaron diariamente un multivitamínico que contenía vitamina A (como betacaroteno), vitamina C, vitamina E, zinc y cobre tuvieron un riesgo un 25 % menor de degeneración macular avanzada durante un período de seis años
También parece que la combinación de vitamina A y luteína puede prolongar la visión en personas que sufren retinitis pigmentaria (RP). Un estudio de cuatro años que llevaron a cabo investigadores de la Harvard Medical School y centros de investigación de otras universidades de Estados Unidos, encontró que las personas con retinitis pigmentaria que tomaban suplementos diarios de vitamina A (15 000 UI) y luteína (12 mg) tenían una pérdida más lenta de la visión periférica que quienes no tomaban los suplementos combinados.
Debido a que el betacaroteno se convierte en vitamina A en el cuerpo, es probable que esta provitamina A ofrezca beneficios para los ojos similares a los del tipo de vitamina A retinol preformada, aunque se necesita más investigación para confirmarlo.
Deficiencia de vitamina A
La carencia de vitamina A no es infrecuente entre los pobres de los países en desarrollo, lo que tiene efectos devastadores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se quedan ciegos entre 250 000 y 500 000 personas con deficiencia de vitamina A, y la mitad de ellos muere en los 12 meses posteriores a la pérdida de la visión.
Una de las primeras señales de la falta de vitamina A es la ceguera nocturna. En el antiguo Egipto se descubrió que la ceguera nocturna podía curarse comiendo hígado, que posteriormente se descubrió que era una fuente rica en vitamina A.
La falta de vitamina A hace que la córnea se seque mucho, lo que provoca opacidad en la parte delantera del ojo, úlceras corneales y pérdida de visión. La falta de vitamina A también causa daños en la retina que pueden conducir a la ceguera.
Dado que la vitamina A también es importante para la resistencia a las infecciones y un sistema inmunológico saludable, la falta de vitamina A puede conducir a la muerte por infecciones respiratorias y de otro tipo.
Alimentos con vitamina A
En la mayoría de los casos es mejor obtener vitaminas y minerales de una dieta sana y equilibrada en vez de suplementos vitamínicos.
Algunas excelentes fuentes dietéticas de vitamina A y betacaroteno son:
Hígado de vaca
Zanahorias y zumo de zanahorias
Batata
Calabaza
Hígado de pollo
Espinaca
Melón cantalupo
Toxicidad de la vitamina A
La vitamina A que proviene de fuentes de alimentación animal no es soluble en agua y, por lo tanto, el cuerpo no la excreta fácilmente. En su lugar, se almacena en la grasa corporal y, si se ingieren cantidades excesivas, puede acumularse en el cuerpo y llegar a ser tóxica.
El betacaroteno y otros carotenoides de la provitamina A que se encuentran en las frutas y verduras no presentan el mismo riesgo de toxicidad que la vitamina A. Estos compuestos son solubles en agua y el cuerpo los elimina fácilmente, por lo que es rara la toxicidad de la vitamina A de alimentos vegetarianos.
Según el Instituto de Medicina de EE. UU., el nivel de ingesta máxima tolerable (UL) de vitamina A preformada es de 3000 microgramos al día (más de 4 veces la ingesta diaria media de equivalentes de la actividad del retinol (RAE, en inglés) entre los adultos americanos, que es de unos 700 microgramos al día).
Algunas de las posibles reacciones de toxicidad derivadas del consumo diario durante mucho tiempo de vitamina A (equivalentes de actividad de retinol) por encima de este nivel son defectos de nacimiento, anomalías hepáticas, densidad mineral ósea reducida que puede provocar osteoporosis y trastornos del sistema nervioso central.
Página publicada en martes, 26 de enero de 2021